Bruno es un hombre divorciado, desempleado y desencantado de la vida, que regresa, totalmente fuera de lugar, a la casa de su madre en el barrio Amelia, donde creció. Volver al hogar lo confronta consigo mismo y con sus recuerdos, que son apenas un reflejo de la realidad. Sus visitas a la biblioteca con fin de buscar en el periódico los anuncios de un empleo, que realmente no quiere encontrar, lo llevan a observar a la comunidad, y con la excusa de indagar por la misteriosa desaparición de una compañera de estudios cuando eran adolescentes, comienza la reconstrucción del registro de la vida de las personas del barrio. Bruno relata las historias de seres anónimos en un tejido que puede leerse como una serie de cuentos cortos dentro de una gran historia general que los conecta. Es una hermosa novela, escrita en un formato diferente que nos muestra el tejido social que se consolida con la suma de las personas que se cruzan y alimentan mutuamente.