Todo lo que he escrito aquí lo he experimentado. La hermandad entre mujeres, su apego a la estética de la naturaleza, el útero como segundo corazón de una madre, la belleza de necesitar, la importancia de sentir, la única opción de gustar, la autoseducción o placer de sentirse radiante, la conexión entre energías creativas y sensuales, son ingredientes para preparar Al baño María un feminismo sin feminismo.