Todos hemos dicho mentiras, alguna vez, para justificar una falta o para quedar bien con los amigos. Sin embargo, por más inocente que sea la mentira, tarde o temprano, nos conducirá a un problema. Julián no sabía montar en bicicleta y no quiso quedar como un tonto frente a sus amigos; como era de esperarse, las cosas salieron muy mal.