Los trastornos de depresión y ansiedad están aumentando y afectan a millones de personas en todo el mundo. Muchos dependen de la terapia y los medicamentos para aliviar los síntomas pero, a menudo, eso no es suficiente. Con los últimos avances científicos en neurociencia, nutrición y la conexión mente-intestino, se ha descubierto que lo que comemos afecta en gran medida en cómo nos sentimos física, cognitiva y emocionalmente.