Cassel Sharpe sabe que lo han utilizado como asesino, pero está intentando pasar página. Se esfuerza por ser buena persona, a pesar de haberse criado con una familia de estafadores en la que mentir es tan natural como respirar. Procura hacer lo correcto e intenta convencerse de que hace bien al colaborar con los federales, aunque siempre le hayan enseñado que el gobierno es el enemigo de todos los obradores de maleficios