Sacando fuerzas sin saber de dónde, Isabella White continúa su vida después de fuertes golpes recibidos y pérdidas insuperables; renaciendo de entre las cenizas como el ave fénix y despertando con un alma oscura. Dejando los miedos de lado y aprendiendo a balancear el bien y el mal que habita dentro de ella, pero permitiendo en muchas ocasiones que su lado oscuro gane.
La pérdida de su gran amor, Elijah Pride la convierte en una mujer fría y calculadora; la nueva orden a la que se ha unido la vuelve letal y sin miedo a matar.
La Orden del Silencio — como se hacen llamar — la adentra en un mundo desconocido para ella, aunque de herencia familiar que le enseña a operar de forma sigilosa y certera; dándole la oportunidad de combatir el mal que tanto odia y proporcionándole la paciencia necesaria para llegar a su tan añorada venganza en contra de los Vigilantes.