Si cuando piensas en una ciudad te vienen a la mente calles grises llenas de coches y de personas que siempre van con mucha prisa, es el momento de poner un poco de magia en tu vida. La excursión a la ciudad encantada incluye una visita al museo de los dientes de leche, un paseo por el parque donde crecen las varitas mágicas, un menú degustación abracadabra, una entrada para el partido de Princesas Basket Club y una tarde de compras en tiendas de hadas y supermercados de gnomos…