Menos mal que el reino perdido está “perdido”, porque si no, seguro que estaría llenos de turistas; es la ventaja de ser un lugar tan apartado al que, según dicen, sólo se puede llegar con la imaginación... Nuestra recomendación es que no te fíes de las habladurías y emprendas este largo viaje dispuesto a dejarte sorprender, porque en el reino perdido vas a poder subir volcanes de dragón o bajar a las minas de los enanos, visitar castillos en ruinas, bucear con las sirenas o pedir un deseo en un pozo mágico…