El código secreto de la Biblia es la advertencia final.
El Armagedón no es un mito sobre otro mundo, una batalla final imaginaria, tan solo palabras de un sermón, relatos de un libro antiguo. Está aquí y ahora. Y no es necesario ser religioso para saberlo. La mejor arma contra el fanatismo es la verdad. Negar el peligro real conducirá al desastre.
No podemos esperar a que el milagro nos caiga del cielo. El código de la Biblia puede ser el milagro que necesitamos. Un milagro demostrado por la ciencia moderna.