El Alto Imperio de Roma (27 a.C.-235 d.C.) es uno de los períodos más transcendentes de la historia antigua: la larga y continuada época de paz propiciada por los emperadores altoimperiales permitió una gran prosperidad económica que repercutió, por ejemplo, en el embellecimiento de las ciudades del Imperio, siendo Roma el caso más característico.
Sin embargo, tras la imagen de estabilidad que transmite el período altoimperial, se esconden sombras como las que derivaron en la definitiva imposición del modelo de monarquía militar a finales de la época de los Severos, a partir del año 235, y que dio paso a un período de crisis política que casi acabó con el imperio.