Haelewise siempre siempre ha vivido bajo la sombra de su madre Hedda, una mujer que haría cualquier cosa para proteger a su hija. Por sus extraños ojos negros y sus aún más extraños desmayos, la gente del pueblo rehúye a Haelewise y el único consuelo que encuentra son las historias que le cuenta su madre sobre brujas que roban niños, príncipes con piel de lobo y una antigua torre oculta en la niebla, donde las mujeres encuentran refugio si son lo bastante valientes para buscarla.