Un ejército se moviliza hacia una guerra en el sur, mientras un teniente reservado y solitario marcha al norte con la misión de marcar la frontera nacional. En el camino quedará varado en una sabana reseca, atrapado en un paupérrimo puesto de caballería lleno de proscritos, bajo las órdenes de un mayor que enloquece de calor y cree cumplir alguna función en una batalla cuyo teatro de operaciones está muy lejos. La llegada del teniente supone el fin de la espera de un apoyo que ha pedido durante años, pero el nuevo oficial resulta ser todo menos un hombre de guerra.
Hombres huérfanos y desterrados deambulan en busca de un padre por un desierto simbólico, a la espera del agua que nunca llega y de una guerra que no pelearán. La vida y la muerte se disputan la partida. Entonces acontece la temporada de lluvias y todo, a pesar de una cruda violencia, vuelve a reverdecer.