El arcángel Miguel está preocupado por un pequeño ángel que se rehúsa a crecer. Pero un buen día a este se le presenta un reto muy grande.
Esta historia enseña a los niños, de una manera amorosa, que los seres humanos no andan solos por la vida, sino que siempre están acompañados por ángeles guardianes; y que toda persona crece y madura para cumplir sus tareas.