En la cárcel de Tocorón, en Venezuela, están recluidos los líderes del llamado Tren de Aragua, la banda que revolucionó el crimen organizado en América Latina. Pero no es un sitio cualquiera: tiene piscina, discoteca, estadio de béisbol, cajeros automáticos y desde allí, en celdas privadas a las que muy pocos tienen acceso, operan los criminales que crearon una tenebrosa red que tiene tentáculos desde Costa Rica hasta Argentina, pasando por Colombia, donde ha encontrado un lucrativo puesto de operación.
Esta investigación de una periodista valiente —amenazada de muerte por el libro que usted tiene en sus manos— es la primera sobre un grupo que se expandió por todo el hemisferio sin que el Gobierno venezolano se atreviera a evitarlo. En Colombia, recientemente, las autoridades han atribuido a esta banda espeluznantes crímenes que incluyen decapitaciones y cuerpos desmembrados que han sido encontrados en bolsas de basura. ¿Quiénes están al frente de esta organización? ¿Cómo opera y cómo es posible que desde una cárcel se planifiquen tantos delitos sin restricciones? Este es un reportaje a fondo sobre una historia que parece sacada de la ficción.