Una historia en donde la vida y la muerte confluyen, un lugar al que los vivos no tienen acceso; un lugar al que Sara llegará para pagar una deuda. Sara imagina a la Muerte como una espeluznante figura vestida de negro con una guadaña en la mano que vendrá a recogerla tras su último aliento, pero la señora que se presenta ante ella, y que afirma ser la Parca, nada tiene que ver con la que describe la tradición. Ella aún no ha muerto cuando una hermosa mujer, vestida de manera impecable y elegantes modales, le propone ser su asistente personal a cambio de un salario y unas condiciones laborales que no puede rechazar. Sin embargo, cuando Sara llega a su nuevo puesto de trabajo en La Estación, será cuando descubra que no se trata de un empleo normal y que, en realidad, la finalidad de su contrato no es otro que el de saldar la deuda que su madre contrajo con la Muerte a cambio de dieciocho años de la vida de su esposo, que debería de haber muerto el día que su hija nació. Descubrir que La Estación es la Interfase a la que los humanos llegan tras su muerte para tomar el último tren, ese que los llevará a la reencarnación o a la transcendencia, no será lo más complicado de asimilar para ella. Tampoco la verdadera entidad de su jefa ni que sus nuevos compañeros son un ejército de ángeles de la muerte comandados por el Joeseung Saja. Lo realmente complicado será aceptar que las creencias limitantes que la acompañan desde la infancia no tienen nada que ver con la realidad y que la muerte solo es un paso en las diferentes etapas que un alma tiene que atravesar para convertirnos en el ser de luz que todos somos. Pero… ¿Quién es Dios? ¿Qué es el Bajo Astral? ¿En qué consiste el «Juicio Final»? En esta novela hallarás las respuestas a estas y otras preguntas inherentes al ser humano mientras acompañas a Sara en un viaje a través de experiencias y situaciones que le harán descubrir el verdadero sentido del amor y la voluntad de servicio