El ADN, el componente básico de la vida.
Desde los albores de la civilización humana, hemos buscado respuestas a lo que hace posible la vida. Pero no fue hasta mediados del siglo XX cuando las encontramos gracias a los esfuerzos persistentes de James Watson y Francis Crick. Aunque ya se habían establecido las bases para el descubrimiento, fue la derivación por parte de Watson y Crick del modelo tridimensional de doble hélice para la estructura del ADN lo que resolvió la última pieza del rompecabezas y les valió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1962. Sin embargo, sería un error centrarse únicamente en ese momento de triunfo, ya que el camino para llegar hasta allí fue largo y arduo.