Una mañana soleada, Emiliano Lozano regresa de la feria con un marrano. El tiene un gran anhelo: ganar el premio del chicharrón fabuloso y la medalla de oro al embutido más sabroso.
Hernando, así se llama el marrano, está de acuerdo con su amo: «Terminar en el plato del presidente, y que mucho le alimente, ¡eso sería excelente!». Pero pronto Hernando y Emiliano, se vuelven uña y pezuña.