Entrega y disponibilidad
Marisa Lacouture siempre tuvo un sueño: ser madre y conformar una familia enorme. Pero pronto ella y su pareja se dieron cuenta de que algo andaba mal, pues no podían quedar en embarazo. Tras mucho tiempo y dinero invertidos en invasivos tratamientos de fertilidad, decidieron tomar otro camino, que por más obvio que parezca, hasta entonces jamás habían contemplado: la adopción. Así, a pesar de los temores y los estigmas de la alta sociedad barranquillera, Marisa se lanzó a la aventura de adoptar a María Isabel y a Fernando Andrés, y hoy, al mirar hacia atrás, sabe que es la mejor decisión que pudo haber tomado, pues por medio de la adopción encontró la felicidad.