Cuando Paulina se cruce con Juan en la pista de baile, su vida correrá un peligro inimaginable, uno que la obligará a recurrir a la policía. Por otro lado, en las zonas rurales del norte del Magdalena, animales misteriosos y resplandecientes aterrorizan a transeúntes de comunidades aledañas. En una tienda de antigüedades, Jess encuentra una flauta que abre un portal interdimensional atrayendo así a un misterioso hombre con sombrero que se convertirá en su peor pesadilla. Entidades que no pertenecen a este mundo y criaturas que han permanecido escondidas, salen por las noches y, junto al arroyo errante, acaban con todo lo que se cruce en su camino. En una fábrica un cuerpo es hallado en mitad de la noche y las desgracias que esperan a sus descubridores estarán por fuera de toda lógica, igual que la visita que recibe Yolanda cada noche. Asímismo, Wilmer y revelará un secreto enigmático y oscuro de la finca Santa Ana. En «Entre Espectros y Demonios» es mejor no salir al caer el sol, porque cuando las noches son oscuras, el mal goza de poder.