En cada viaje, Morris entra siendo uno y sale convertido en otro, más consciente de las realidades de su país, del privilegio en que vive y de las profundas desigualdades que son la raíz de muchos conflictos en Colombia. [...] Los viajes comienzan en 2020, cuando era un adolescente de dieciséis años, durante la pandemia por Covid-19 [...]. Morris estaba todavía en el colegio y podría haberse quedado jugando al Xbox con sus amigos o paseando tranquilamente por un centro comercial de Bogotá. Eligió, sin embargo, las eternas jornadas en carro por carreteras ásperas, los trayectos en lanchas por ríos inmensos o por el intimidante océano Pacífico, las caminatas por el monte a merced del calor y los insectos, los vuelos en horarios difíciles y aviones pequeños para compartir tiempo con su padre y de paso recorrer rincones olvidados o lejanos de nuestra geografía. Su libro narra, en un sentido amplio, el país».