HERMANN VON HELMHOLTZ es una de las personalidades científicas más influyentes de la segunda mitad del siglo xix. Su voraz intelecto y sus profundos conocimientos, tanto en medicina como en física y matemáticas, le permitieron fusionar las más variadas disciplinas. De este modo, su contribución primera y más destacada, la formulación matemática de la ley de la conservación de la energía, invadió el terreno de la fisiología para conseguir medir la velocidad de los impulsos nerviosos. La óptica también fue objeto de estudio del científico alemán, con su teoría de la visión y la invención del oftalmoscopio y del oftalmómetro, y en acústica investigó la propagación del sonido y su percepción por el oído humano, relacionando la fisiología con la armonía y la música.