Los cinco siglos que van desde la desaparición del Imperio romano en Occidente (476) hasta el año 1000 son decisivos para la formación de Europa. Es entonces cuando la dinastía carolingia lleva a cabo una primera tentativa de unificación mezclando las tradiciones germánicas, clásicas y cristianas. Más tarde, sobre todo tras el Tratado de Verdón (843), la deriva del proyecto imperial de Carlomagno dará paso al sistema social y político que caracterizó la Europa del cambio de milenio: el feudalismo.