Nietzsche ríe mientras dinamita certezas. La gaya ciencia no es alegre ni es ciencia: es un canto trágico a la libertad del pensamiento. Aquí muere Dios, y nace el vértigo de ser uno mismo. Este libro no se lee, se desafía. Si alguna vez te preguntaste quién eres sin las ideas de los otros, esta es la bala filosófica que atraviesa tu comodidad.