La historia muestra a Francisco Pizarro como uno de los grandes conquistadores españoles. Reconocido por su crueldad e intolerancia. Este hombre, con muy poca preparación académica, fue el encargado de dominar el Imperio Inca para anexarlo a la Corona española. Su sed de poder quedó manifiesta en sus artimañas para recolectar la mayor cantidad de oro y plata y en la histórica traición que llevó a la muerte al inca Atahualpa.