La paz con el ELN y los regateos del Gobierno

Como lo recordamos a lo largo de las páginas de este libro, que resume el proceso de conversaciones llevadas a cabo para acordar la agenda, indispensable para darle paso a la negociación con el gobierno de Juan Manuel Santos, sus dilaciones y maniobras con el tiempo, buscando favorecer sus necesidades políticas, más las presiones externas a la Mesa, irrespetando lo establecido en ella, fueron y siguen siendo un lugar común del Ejecutivo, cualquiera sea su color. Pero no solo realza este lunar en la cara gubernamental, también salta a la vista uno que coloca al ELN ante el país como la guerrilla que no quiere la paz, un proceder y un decir —guerra mediática— que le tuercen el pescuezo a la realidad, desfigurando una y otra vez sus reales contornos políticos y militares, realidad que debiera llevar a que la pregunta por responder por el país político y económico fuera: ¿No será que son ustedes quienes no desean la paz? O de otra manera, ¿no será que el país político y económico, continúa soñando con una ‘paz’ que no les implique cambio alguno en las injustas condiciones de vida que padecen millones de personas en el país, a la par de conservar las riendas del poder sin transformación alguna en el régimen político?