No solo los niños hacen berrinche. Brenda asegura que sus padres hacen berriche y hasta el gato. Por supuesto, su abuela Adela no es la excepción. Al mismísimo departamento de quejas mandó la mamá a Brenda cuando le dijo que no quería crecer ni siquiera un tantito. ¿Cuándo crezca la casa seguiría siendo su casa?, ¿y el gato seguiría siendo su gato?, y cuando mida dos metros de largo y dos de ancho, ¿van a dejarla meterse en su cama? Quién sabe, pues como dice Brenda: "a veces las hijas y los hijos saben más que las mamás".