Carmela es una joven que le encantan las flores. Las cuida, las siembra y las vende. Y además, tiene la particularidad que logra curar a la gente a la que se las vende: sabe siempre quién las necesita y el por qué las necesita. Al final hay un índice de una variedad de flores con su correspondiente ilustración para que los niños aprendan a conocerlas.