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En 1840 Baudelaire se inscribe en la Facultad de Derecho, empieza a frecuentar la juventud literaria del barrio latino y a llevar una vida despreocupada acompañada de permanentes problemas familiares debido a su adicción a las drogas. Visitando frecuentemente los prostíbulos entabla una relación con Sarah, a quien él llama ‘La bizca’, a quien también menciona en uno de sus poemas de la obra Las flores del mal. Su familia trata de alejarlo de sus malas costumbres intentando enviarlo a Los Mares del Sur, pero ya a bordo y en camino a su nuevo destino decide regresar a París, volviendo a su vida desordenada. Empezó a asistir a círculos literarios y artísticos, y sostuvo una relación con una hermosa mulata llamada Jeanne Duval, quien fue su inspiración para escribir algunas de sus más destacadas y brillantes poesías. Los poemas (las flores) fueron considerados «ofensas a la moral pública y las buenas costumbres» y Baudelaire fue procesado.