Es una novela considerada la más experimental de Woolf. Se estructura en forma de soliloquios interiores de seis personajes —Bernard, Susan, Neville, Louis, Jinny y Rhoda—, entrelazados con nueve interludios narrativos que describen una escena costera desde el amanecer hasta el atardecer, reflejando el paso de la vida como olas que suben y bajan. A través de este flujo de conciencia, Woolf explora temas como la identidad, el yo colectivo y la individualidad, la amistad, el paso del tiempo, la muerte y la conexión espiritual entre las conciencias. Percival, un séptimo personaje aunque sin voz propia, muere a mitad de la obra, lo que actúa como catalizador emocional para el grupo.