Todos debemos estar preparados porque a la salida del Transmilenio, en una noche de Luna, puede aparecemos el Tunjo, que vive entre nosotros desde los tiempos de los muiscas. Hay que tener cuidado porque la destrucción de las selvas puede hacer aparecer la misteriosa y aterradora figura del Curupira, un espanto amazónico.
Las leyendas no se han ido, somos nosotros los seres humanos quienes hemos invadido su territorio, y por eso los grandes industriales de la minería se encuentran con la Madre de agua en los ríos del Chocó. ¡Ah! Y si van de vacaciones a San Andrés islas, pueden encontrarse a Anansi, la Araña, que vino del África, pero no teman: ella estará allí para protegerlo mientras ustedes cuidan las arañas.