Florencia, 1469. Lorenzo de Médici está ganando el torneo en honor de su esposa, Clarice Orsini, apenas llegada a Florencia para su boda con el hombre que se convertirá en el Magnífico. Este matrimonio no es un paso fácil para Lorenzo: su corazón -está convencido- pertenece y siempre pertenecerá a Lucrezia Donati, mujer fascinante y de extraordinaria belleza. Sin embargo, se avendrá a la voluntad de su madre y reforzará la alianza con una poderosa familia romana.