En tierra de tinieblas algunos se extraviarán, caerán en el abismo. Otros conservarán la fe y lucharán sin tregua. Habrá quienes preferirán rendirse o pasarse al otro bando. Y quienes, armados de valentía, guiados por el amor, lograrán ver la luz.
Ayer éramos una pandilla de adolescentes normales y corrientes. La inocencia guiaba nuestras vidas. Hoy nos hemos convertido en guerrilleros. La muerte nunca anda muy lejos. Y mañana, en tierra de tinieblas, delgada será la línea entre el bien y el mal.
Deja a un lado tus miedos porque ha llegado el momento de dar la cara.