Los aforismos que componen las meditaciones son el único testimonio que nos ha llegado de la filosofía estoica en sentido práctico. Estamos ante el diario íntimo del filósofo estoico y emperador de Roma, Marco Aurelio (121-180 D. C.). Sin embargo, a diferencia de la mayor parte de los diarios, aquí no encontraremos relatos de episodios cotidianos ni confesiones sentimentales explícitas. Tampoco se trata de un libro de reflexiones.