Más de la mitad de las personas se sienten quemadas con el trabajo. Sin darnos cuenta, nuestra vida ha pasado a ser una lista interminable de «pendientes».
Nos levantamos con la presión en el pecho y soñando con salir incluso antes de entrar a trabajar: la autoexigencia, el perfeccionismo y la culpa toman el mando con sus terribles «debería» o «tengo que».
Ángela Esteban, psicóloga general sanitaria especializada en burnout, ansiedad y trauma, te da las claves para entender qué nos ha llevado hasta aquí y para salir de la unidad de quemados para que dejes de perder la salud por el trabajo.