Es la historia de una amistad inusual entre una niña y una araña, pero a la cual subyace el tema de la soledad infantil.
Con un estilo sencillo y ameno, la autora descorre los velos que ocultan el sufrimiento silencioso de los niños ante la falta de atención por parte de los adultos. La curiosidad, sueños, tristezas y temores del personaje central en el relato son símbolos de ese entramado de pensamientos que existe en la cabeza de cualquier niño.