A perro le gusta su rutina: dormir, comer, supervisar la casa, pero todo cambia cuando llega cachorro. A cachorro le gusta el desorden, salpicar agua por todos lados y que respondan sus preguntas.
¡No sabe quedarse quieto !Así que los humanos lo envían a la escuela. Cuando cachorro regresa ya no es un torbellino. Sabe sentarse, comer en silencio y seguir indicaciones. Pero ahora ya no es feliz, así que tendrá que aprender una lección más: ¡cómo volver a divertirse!