El viernes 21 de julio de 2017, Francisco Fernando Álvarez Morales, padre de Juan Álvarez, fue imputado por dos delitos no comprobados contra la administración pública, que los fiscales pretendieron asociar con el famoso carrusel de la contratación. Sólo cien horas después, Álvarez padre fue encerrado en la cárcel La Picota en detención preventiva, gracias a interpretaciones descabelladas de interceptaciones telefónicas e informes de la policía judicial que lograron hacer creer en primera instancia hechos falsos.