Con la franqueza desgarrada con la que solo se habla a una verdadera amiga, Sara recorre su despreocupada vida de estudiante en Madrid; luego, los años trepidantes que pasó entre Boston, Londres y los salones ejecutivos de aeropuertos internacionales, y llega hasta el último año en Cumnor, una aldea encantadora en la campiña británica donde ha descubierto a través de sus singulares habitantes qué hay en su corazón.