Carlos Fuentes (Panamá, 1928) se asoma al siglo XXI sin haber perdido un ápice de su frenética capacidad de trabajo ni de su espíritu combativo. Su fecunda obra literaria continúa recibiendo importantes galardones, al tiempo que su pluma mantiene el compromiso con los problemas más candentes de la actualidad. La viva comprensión que le mereció la revuelta zapatista, que justificó como una consecuencia inevitable de la situación de atraso, abandono y explotación a que ha estado sometida desde tiempo inmemorial la población chiapaneca, sus comentarios críticos contra la invasión de Panamá, la agresión serbia sobre Bosnia, o la denuncia de las condiciones de vida de sus compatriotas en Estados Unidos constituyen una buena muestra de ello.
Carlos Fuentes se ha convertido en la actualidad en todo un clásico viviente, cuyo nombre suena ya desde hace varios años con insistencia como serio aspirante al Premio Nobel de Literatura. Sería este un brillante colofón a una deslumbrante trayectoria literaria.