Es el final de las vacaciones. El sol, la playa, los helados como merienda... A Lulú le gustaría que fueran todo el año. Entonces, cuando llega el momento de hacer maletas y regresar a casa, siente el corazón estrecharse. Y, cuando ve las vitrinas llenas de útiles escolares, comienza a tener miedo: ¡solo falta un día para regresar a clase!