El mayor deseo de Peladilla es parecerse a su madre, la gran bruja Pesadilla, aunque para ello tenga que ser tan malvada como ella. Lo malo es que, por más que lo intenta, no le sale. Miente poco, no sabe espiar, no se ríe cuando alguien se cae al suelo y, si Hada Noctámbula se enferma, le da mucha pena. Así no hay manera.
Pero, después de todo, puede que la gran Pesadilla no sea tan bruja como parece a simple vista. Porque, ¿acaso las brujas requetemalas se lavan las manos? ¿O limpian el polvo de debajo de la cama? ¡Huy, todo indica que el mundo de Peladilla y Pesadilla está cambiando!