A Daphne siempre le había encantado la forma en que Peter, su prometido, contaba su historia. Cómo se conocieron, se enamoraron y regresaron a la ciudad natal de él, a orillas de un lago, para empezar una vida en común. Se le daba realmente bien explicarlo… hasta que se dio cuenta de que, en realidad, estaba enamorado de Petra, su mejor amiga de la infancia.