Viena alrededor de 1900- una época fascinante, en la que la metrópoli del Danubio se convierte en un importante centro del modernismo. El historicismo, el jugendstil y el expresionismo predominan en este periodo, dotados de una nota de la característica decadencia vienesa. El sueño de crear obras totales reúne en aquella época a artistas de la talla de Gustav Klimt, Koloman Moser y Josef Hoffmann. Pretender unir el arte no solo con la arquitectura y la artesanía, sino también con la vida.