Todos los seres humanos necesitamos liberación en alguna de las áreas de nuestra vida. Nos podemos sentir atados, por ejemplo, en la economía, en la felicidad familiar, en el desarrollo profesional, en la dimensión emocional, en la espiritualidad, en nuestra mente o en nuestras acciones. También podemos vivir atados a un miedo, a una persona, a un negocio, a una droga, a una fobia, a una obsesión, etc. Es indispensable soltar aquello que tal vez no sabemos qué es, pero que no nos deja vivir en la plenitud de la libertad, y por consiguiente no somos plenamente felices.